Hay cervezas que saben a fiesta. La Weihenstephaner Festbier es una de ellas. Dorada, brillante y con una espuma cremosa que parece recién salida de un biergarten de Múnich, esta lager bávara representa siglos de tradición y maestría cervecera. Elaborada por Weihenstephan, la cervecería más antigua del mundo (fundada en 1040), esta Festbier fue creada para el Oktoberfest, la gran celebración alemana del otoño donde la comida abundante, las jarras rebosantes y los cantos compartidos son ley.
A diferencia de las Märzen más dulces y robustas, la Weihenstephaner Festbier es ligera en cuerpo, suave en dulzor y tremendamente equilibrada. Sus notas de pan, cereal tostado y miel leve se mezclan con un amargor floral muy elegante. Es una cerveza pensada para acompañar el banquete, no para dominarlo. Y en una mesa bávara, eso significa que cada bocado sabe mejor con un sorbo.
A continuación, tres maridajes que capturan el espíritu del Oktoberfest: tradición, sabor y buena compañía, encabezados por uno de los platillos más queridos de Alemania.
El Hendl es protagonista de cada carpa en el Oktoberfest. Pollo entero marinado con mantequilla, paprika, ajo y hierbas, luego rostizado hasta que la piel queda crujiente y dorada, desprendiendo ese aroma irresistible que llena los pasillos del Theresienwiese.
La Weihenstephaner Festbier encuentra aquí su pareja ideal. Su dulzor de malta suaviza las notas saladas y especiadas del pollo, mientras el amargor sutil y la carbonatación fina limpian el paladar del toque graso de la piel. La miel y el pan presentes en la cerveza amplifican la caramelización del asado, generando un juego entre dulce y salado que se siente natural, reconfortante.
Si quieres llevar el maridaje un paso más allá, acompaña el pollo con papas asadas con romero y un toque de limón. El cítrico despierta las notas florales del lúpulo y convierte cada bocado en un festín equilibrado, digno de una mesa bávara.
Un clásico que nunca falta en los biergärten alemanes. La Kartoffelsalat bávara se prepara con papas cocidas, cebolla, mostaza, tocino y un aderezo templado de vinagre de manzana. La Weihenstephaner Festbier se desliza perfecta entre esos contrastes: su dulzor maltoso se enlaza con el ahumado del tocino, mientras su acidez sutil y carbonatación cortan el aceite del aderezo.
La combinación es ligera pero sabrosa, ideal para quienes prefieren un acompañamiento fresco sin sacrificar sabor. Cada sorbo amplifica las notas de mostaza y equilibra la acidez del vinagre, dejando un retrogusto limpio y redondo.
Este es el tipo de maridaje que te hace entender por qué los alemanes beben cerveza como parte del almuerzo, no solo de la fiesta.
Ninguna celebración está completa sin un toque dulce, y el Apfelstrudel bávaro es el cierre perfecto. Láminas finas de masa rellenas de manzana, canela, pasas y un toque de limón, servidas tibias con crema de vainilla. La Weihenstephaner Festbier, con su perfil suave y notas de miel y pan, se funde con el postre de forma natural: la malta resalta el dulzor de la manzana, el amargor floral equilibra la canela y el final seco limpia el paladar antes de la siguiente cucharada.
No se trata de una combinación empalagosa, sino de un diálogo elegante entre el calor de la fruta y la frescura de la cerveza. Un cierre perfecto para un banquete de otoño.
El Oktoberfest no es solo una fiesta: es un tributo a la cultura cervecera bávara. Nació en 1810, cuando el príncipe Luis de Baviera se casó con Teresa de Sajonia. Para celebrar, se organizó una carrera de caballos y se sirvió cerveza local. El evento tuvo tanto éxito que se repitió año tras año, hasta convertirse en la mayor fiesta cervecera del planeta.
Hoy, millones de personas levantan su jarra al grito de “O’zapft is!” (“¡Ya está abierto el barril!”), y la Weihenstephaner Festbier sigue siendo una de las más representativas de esa herencia: limpia, equilibrada y creada para compartir.
Ya sea en Múnich o en tu terraza, basta con un pollo rostizado, una ensalada tibia de papa y un strudel para sentirte parte de la celebración.
Cervezas para brindar al estilo Oktoberfest
Weihenstephaner Festbier – Dorada, limpia y equilibrada, símbolo de tradición.
Ayinger Fest-Märzen – Más maltosa, con cuerpo robusto.
Hofbräu Oktoberfestbier – Ligera y floral, ideal para largas veladas.
Paulaner Wiesn – Sutilmente dulce, refrescante y fácil de beber.
